Brooks Glycerin Max: análisis y review

Las Brooks Glycerin Max son unas zapatillas de running maximalistas que les van a encantar a:

• Los fans de Brooks que han recurrido a otras marcas para encontrar unas zapatillas que tengan amortiguación máxima. ¡Aquí las tienen, al fin!
• Los corredores que quieren un modelo de entrenamiento diario que sea cómodo y mullido, y que ponga la sujeción antes que la velocidad.
• Los maratonianos que están buscando una protección máxima en las carreras fáciles y de recuperación para que no se les cansen demasiado las piernas.
• Cualquiera que viva enamorado de cómo se sienten los modelos de Brooks y quiera unas zapatillas de running que también les sirvan como sneakers.

Uno de los principales problemas de las Glycerin Max es su peso, ya que podrían ser más ligeras. Aunque esto no sea inconveniente para las carreras fáciles o a un ritmo lento, sí que creemos que los corredores que están buscando unas zapatillas con las que aumentar la velocidad no estarán muy contentos con ello. Tienes mejores opciones por este precio, como las ASICS Superblast 2 o las Mizuno Neo Vista.

También pensamos que el rendimiento de las Glycerin Max no termina de justificar que cuesten un ojo de la cara. Su mediasuela DNA Tuned ofrece un retorno de energía parecido al de las Hoka Mach 6 y al de las ASICS Novablast 4, pero su precio es bastante más alto, así que probablemente no termine de convencer a los que buscan la mejor relación calidad-precio.

Además, la limitada cobertura de caucho de la suela exterior nos hizo dudar de su durabilidad en el laboratorio. Si lo que estás buscando son unas zapatillas robustas y maximalistas con una suela exterior mejor y más duradera, las Puma MagMax Nitro están muy bien.

Brooks dice que la suela de las Glycerin Max llega a los 47 mm en el talón, pero a nosotros nos dio 42,3 mm. Sea como fuere, sigue superando el límite de 40 mm que define extraoficialmente la categoría "maximalista", un resultado que nos parece ideal para los corredores más pesados.

Esto la sconvierte en las primeras zapatillas de Brooks en cruzar ese umbral, ya que las Ghost Max 2 se quedan en los 39,0 mm.

En nuestra opinión, aunque la amortiguación en el talón es impresionante, donde este modelo destaca es en el antepié, sobre todo para ser unas zapatillas de entrenamiento diario. Creemos que si te gustaron las Glycerin 21 pero querías un poquito más de amortiguación, este par te va a encantar (¡Con 5,1 mm más en el talón y 9,1 mm más en el antepié!).

Esta sección amarilla contiene la parte más reactiva de la DNA Tuned, diseñada con células más pequeñas para ofrecerte energía y rebote directamente bajo los pies.

Probablemente lo hayas adivinado: la serie Glycerin, que tradicionalmente tenía un drop alto, ahora cuenta con un drop más equilibrado (¡Es el mismo cambio que Brooks les hizo a las Ghost!). Al medirlo, el drop nos dio 6,6 mm, desviándose solo 0,6 mm de los 6 mm declarados por la marca.

Este drop moderado se adapta perfectamente a los corredores de mediopié, pero como este modelo cuenta con una amortiguación mullida y un talón con una curvatura pronunciada, creemos que es lo suficientemente versátil como para ofrecer un buen rendimiento sea cual sea tu técnica de carrera.

Empezamos por analizar la sección amarilla de la DNA Tuned, que le ofrece sujeción al antepié, al mediopié y a la mitad del talón.

Nuestro durómetro marcó 19,9 HA, un resultado que va de la mano con nuestra experiencia corriendo con ellas. Las zapatillas se sienten muy blandas y cómodas bajo los pies gracias a lo alta que es su suela, pero no llegan a sentirse como una nube, como las New Balance Fresh Foam X More v5.

Algunas zapatillas maximalistas tienen una placa de Pebax o de carbono para obtener estabilidad, pero Brooks adoptó un enfoque diferente en este modelo. Desde el punto de vista de la comodidad, estamos contentos con esta elección, ya que al no tener placa, las zapatillas se sienten más amortiguadas y más blandas, sobre todo a ritmos más lentos. De todos modos, les dimos un 4/5 en rigidez torsional.

Para evaluar el rendimiento de las Glycerin Max cuando hace mucho frío, las metimos en un congelador durante 20 minutos para que les hiciesen compañía a nuestros helados de pistacho. Cuando las sacamos, observamos un cambio del 17 %, que la verdad está muy bien para una mediasuela de EVA.

Nos encontramos con una plantilla de EVA reciclada de 6,0 mm de grosor. No está nada mal, ya que añade una blanda y ecológica capa de amortiguación directamente bajo el pie, como primer punto de contacto.

Una característica muy importante de las Glycerin Max es su innovadora espuma DNA Tuned. Tiene un proceso de fabricación pionero en el mundo: una mediasuela dual que fusiona dos densidades a la perfección en una única capa de espuma.

¿Que si es algo que ha puesto el mundo patas arriba y puede revolucionar la industria como la PEBA? Pues no, pero es un buen avance. Que haya menos pegamento significa que el proceso de fabricación es más respetuoso con el medio ambiente y que hay menos zonas por la sque se pueden romper. Aunque hemos visto diseños de doble espuma pegados, como en las On Cloudmonster Hyper, esta es la primera vez que se hace sin pegamento en unas zapatillas de running.

No tardamos ni medio segundo en poner la DNA Tuned bajo nuestro microscopio, cómo no. En la imagen de la izquierda, la espuma amarilla (más firme) muestra una red de células más densa con paredes más gruesas, ofreciendo una sensación más reactiva para que los despegues sean más rápidos. En el lado derecho, la espuma blanca muestra una estructura celular más espaciosa y uniforme, creando una sensación más amortiguada bajo el talón.

Estas variaciones en el grosor y la disposición de las células nos enseñan cómo la espuma proporciona una mezcla equilibrada de sujeción y amortiguación en las diferentes zonas de las Glycerin Max.

Las marcas entienden que unas zapatillas de running con una suela que mide más de 40 mm necesitan un rocker pronunciado en la parte delantera, y las Glycerin Max nos lo dejaron claro. Descubrimos que se eleva hasta unos impresionantes 6 cm, facilitando las transiciones a pesar de la gruesa estructura de la mediasuela.

También hay un sutil biselado en el talón, aunque no es tan agresivo como el de otros diseños maximalistas, como las Hoka Cielo X1. Desde nuestro punto de vista, estas zapatillas parecen hechas a medida para ritmos fáciles o lentos, con Brooks etiquetándolas cuidadosamente para evitar comerse las ventas de sus Hyperion Max 2, unas superzapatillas de entrenamiento.

Una de las cosas que más nos gusta de las zapatillas de running maximalistas es lo grandes que son, ya que esto suele significar que su parte superior es espaciosa. En nuestra experiencia, las Glycerin Max son un buen ejemplo, ya que tienen una parte superior con una anchura bastante estándar (98,0 mm) en la zona más ancha, pero se sienten sorprendentemente espaciosas en los pies.

Esta sensación de amplitud se debe al gran volumen de la parte superior, y a que la zona del mediopié es un poco más ancha. Este espacio extra contribuye a que el ajuste no sea tan ceñido y se vuelva un poco más cómodo, haciéndolas ideales para las carreras de recuperación.

Cuando medimos la parte delantera en la zona del dedo gordo, nuestro calibre marcó 79,1 mm.

Como decíamos antes, el ajuste es un poco más espacioso de lo que sugieren los números. Esto se debe al mayor volumen a la suave malla de ingeniería, que se centra en la comodidad.

Con esa suela tan gigante que tienen, es perfectamente normal preguntarse si estas zapatillas son estables.

Pues, sorprendentemente, ¡sí! Según nuestra experiencia, esto refleja una tendencia creciente en las zapatillas maximalistas y las superzapatillas de entrenamiento, ya que las marcas están empezando a incorporar características de estabilidad sutiles, como extensiones de la suela o paredes laterales. Muchas veces este enfoque hace que estos modelos sean incluso más estables que las zapatillas de entrenamiento diario estándar, ¡lo que es una locura!

Algunas zapatillas maximalistas tienen una placa de Pebax o de carbono para obtener estabilidad, pero Brooks adoptó un enfoque diferente en este modelo. Desde el punto de vista de la comodidad, estamos contentos con esta elección, ya que al no tener placa, las zapatillas se sienten más amortiguadas y más blandas, sobre todo a ritmos más lentos. De todos modos, les dimos un 4/5 en rigidez torsional.

Descubrimos que el contrafuerte del talón es muy cómodo, ya que tiene un acolchado grueso que proporciona una sujeción agradable en esa zona. La verdad es que nos sorprendió que fuese así de flexible, así que le dimos un 3/5 en rigidez. En nuestra experiencia, no es tan firme como la mayoría de las zapatillas maximalistas, que a menudo utilizan contrafuertes rígidos para aumentar la estabilidad.

El antepié es un poco más ancho que el de las Glycerin estándar con 118,8 mm, y creemos que un poco más habría sido demasiado.

Esta anchura es suficiente para los corredores de metatarsos y de mediopié neutros, sobre todo teniendo en cuenta el peso considerable de estas zapatillas.

Nos quedamos contentísimos al ver que las Glycerin Max tienen elementos reflectantes. Es un detalle genial si tenemos en cuenta que Brooks ha dejado esta característica fuera de algunos de sus últimos modelos de élite, como las Ghost Max 2.

Uno de los principales problemas de las zapatillas de running maximalistas es el aumento de la rigidez longitudinal por toda esa espuma que tienen bajo los pies. Esta rigidez puede hacer que no sean las mejores para las carreras sencillas o para un uso casual como sneakers.

En nuestra prueba de flexión a 90 grados, las Glycerin Max necesitaron 32,9 N de fuerza, un resultado decente. Aunque no son las más flexibles del mercado, no está nada mal para un modelo con una suela que mide más de 40 mm, la verdad. Creemos que este nivel de flexibilidad, sumado a que no tienen una placa estabilizadora, las hace adecuadas para el uso diario en muchas ocasiones.

En nuestra opinión, el peso de las Glycerin Max es uno de sus puntos débiles. Aunque están bastante amortiguadas y su parte superior está muy acolchada, creemos que los 306 g que pesan son excesivos para un modelo que cuesta un riñón.

Sin embargo, este peso no es un problema para correr a diario, sobre todo si la comodidad es tu prioridad. Pero para los entrenamientos de velocidad o a ritmos altos, creemos que es demasiado. Nada más verlas parecen pesadas, en los pies se sienten pesadas, y nuestra báscula no deja de gritar: "Sí, ¡son pesadas!".

Brooks se tomó su tiempo para entrar en el mercado de las zapatillas de running maximalistas, pero su debut en la categoría maximalista llega con una parte superior que le ha salido perfecta a la primera.

La malla de ingeniería ofrece una mezcla maravillosa de comodidad y transpirabilidad. Está fabricada con tres capas, así que al principio nos preocupaba que pudiera atrapar el calor dentro, pero nuestras pruebas con la máquina de humo confirmaron que la zona de los dedos deja que el aire entre y salga sin ningún problema.

Gracias a nuestra luz, pudimos ver que el flujo de aire se concentra básicamente en la zona de los dedos, mientras que los laterales están reforzados para soportar bien los movimientos de lado a lado; una decisión inteligente teniendo en cuenta lo alta que es la suela.

Los grandes orificios de la parte delantera están hechos con muchísimas precisión. Utilizamos nuestro microscopio para verlos de cerca, y nos dimos cuenta de que este meticuloso diseño garantiza la máxima transpirabilidad.

La malla de ingeniería también es bastante elástica, aumentando tanto la comodidad como el espacio.

En nuestra experiencia, el maravilloso acolchado de la lengüeta y del talón, aunque a lo mejor es un poco excesivo, se alía con la malla transpirable para conseguir que estas zapatillas tengan unas de las mejores partes superiores que hemos visto hasta la fecha.

Una parte superior de primera calidad debe destacar tanto en transpirabilidad como en durabilidad, así que pusimos a prueba las Glycerin Max con nuestro Dremel.

Nos quedamos bastante contentos con el resultado, así que les dimos un sólido 3/5 en durabilidad. La verdad es que es resultado muy bien para una parte superior que se centra tanto en la comodidad, y se debe al diseño de triple capa del que hablábamos anteriormente.

La zona del talón nos dejó boquiabiertos con todo su acolchado, que no está nada mal para una zona que muchas veces hace que nos tiemblen las piernas al analizar su durabilidad.

En nuestras pruebas, descubrimos que Brooks se coronó al incorporar un forro protector que refuerza el talón. Este diseño inteligente hizo que las zapatillas se llevasen un 4/5 en durabilidad del acolchado del talón, una puntuación increíble en nuestra opinión.

Para entender por qué Brooks ha elegido utilizar un caucho más blando (69.0 HC) en la suela exterior de este modelo, primero debemos tener en cuenta su diseño único.

La suela exterior tiene bastante espuma expuesta y una cobertura de caucho relativamente limitada, así que es crucial utilizar un material con bien agarre, ya que no hay muchos puntos de contacto con el suelo. Básicamente: si hay menos caucho en contacto con el suelo, se necesita una mayor tracción.

Entonces, ¿por qué la marca optó por este enfoque minimalista? Pues, en nuestra opinión, para ahorrar peso. Estas zapatillas ya pesan bastante, así que utilizar más caucho no era una opción.

En cuanto a la durabilidad de la suela exterior, las Glycerin Max han dado mucho que hablar en el laboratorio. Como acabamos de ver, el caucho que cubre la mediasuela es mínimo, y eso podría ser un problema.

Después de darle caña con el Dremel, nos encontramos con unos daños de 1,2 mm que, a decir verdad, nos puso un poco nerviosos. En la mayoría de zapatillas diríamos: "¡No está nada mal!", pero estas tienen tan poco caucho en contacto con el suelo que nos esperábamos un poco más de durabilidad.

Afortunadamente, medimos un grosor de 3,1 mm, lo que ayuda a compensar la limitada cobertura de caucho y, además, debería proporcionar una mayor durabilidad. Eso sí, tampoco te esperes que esta suela exterior te dure para siempre, ¡es más bien lo contrario!

Las zapatillas de entrenamiento maximalistas suelen ser caras, y las Glycerin Max no son una excepción. Sabemos que son una inversión considerable, pero al final te llevas un montón de espuma bajo los pies. Y si tenemos en cuenta las últimas tendencias del mercado actual, una suela alta viene con un precio alto.

Pero creemos que Brooks podría mejorar algunas características de las Glycerin Max para adecuarlas a su coste, como por ejemplo su peso. De todos modos, para los maratonianos que están buscando unas zapatillas de recuperación o para larga distancia que hagan que no se les cansen mucho las piernas, estas nos parecen una opción sólida.

Nos quedamos contentísimos al ver que las Glycerin Max tienen elementos reflectantes. Es un detalle genial si tenemos en cuenta que Brooks ha dejado esta característica fuera de algunos de sus últimos modelos de élite, como las Ghost Max 2.

Aunque la amortiguación de espuma de 14,0 mm proporciona una comodidad excepcional, la lengüeta nos decepcionó. Aunque parece una almohada con lo gruesa que es y tiene lacitos en el medio para quedarse quieta, no paró de bailar mientras corríamos. En nuestra opinión, esto es totalmente inaceptable para unas zapatillas que cuestan un ojo de la cara.

Creemos que una lengüeta más sencilla, de 8 o 9 mm, habría sido lo suficientemente cómoda y la marca se habría ahorrado volumen. Así hubiese tenido espacio para añadirle refuerzos, agarrando la lengüeta eficazmente a la mediasuela para mejorar el ajuste.

La lengüeta nos decepcionó en cuanto nos pusimos las zapatillas, ¡y es que no está fijada a los laterales! En nuestra opinión, este detalle está muy por debajo de las expectativas que tenemos para un modelo de Brooks que se hace llamar premium.

Brooks toma algunas decisiones poco convencionales, y una de las más extravagantes es que no suele ponerles tiradores a sus zapatillas de entrenamiento, ya que solo los incluye en los modelos de competición como las Hyperion Elite 4.

Sin embargo, las Glycerin Max tienen un cuello del talón extendido y fácil de agarrar que hace que calzarse sea pan comido.

La plantilla es extraíble, ya que no está pegada a la horma. Pero no tiene un diseño común, ya que se acampana en el talón para sentir que tus pies se hunden más. Si cambias la plantilla, puede que la estabilidad empeore levemente.