Las 7 Mejores Zapatillas Baratas del 2024

Estas New Balance originalmente se vendieron por 90 € en su re-lanzamiento más reciente, pero podrías conseguirlas por solo 50 € (la media actual es de 110 €) si tienes suerte. Este modelo tan barato nos enamoró por toda la estabilidad que proporciona, aunque su resistencia también nos dejó boquiabiertos. Para nosotros, son las mejores zapatillas baratas que hemos analizado en nuestro laboratorio.

La estabilidad y la seguridad de las que disfrutamos se debieron a varios factores. El primero fue la base resistente a la torsión. La apretamos y doblamos en el laboratorio con las manos, y sin duda nos costó lo suyo. Las New Balance 574 obtuvieron un 4/5 en rigidez torsional. También le damos crédito al contrafuerte del talón, que es moderadamente seguro, y que se llevó un 3/5 en rigidez.

La resistencia es, sin duda, uno de los puntos fuertes de estas zapatillas. Desde la parte superior hasta la suela, los materiales son muy resistentes a la abrasión, incluso si les damos caña con un Dremel. Hemos puntuado los materiales de la parte delantera con un 4/5 en resistencia. La suela exterior, por su parte, solo terminó con una hendidura de 0,5 mm tras nuestro ataque con el Dremel, y eso que la media de los daños llega hasta 1 mm de profundidad.

Sin embargo, si eres fan de las amortiguaciones mullidas lo mejor es que pases de este modelo. Nuestro durómetro marcó 44,0 HA cuando la media es de solo 30,9 HA, lo que hace que la suela exterior de las New Balance 574 sea un 42 % más firme de lo habitual.

Las Adidas Samba han trascendido el tiempo, evolucionando desde unas zapatillas de fútbol americano deportivas en la década de 1950 a un básico de armario atemporal. Su legado inquebrantable fue validado en nuestras pruebas de laboratorio y de uso, donde destacan sus materiales de primera calidad, su diseño minimalista y su tracción constante. Sorprendentemente, este icono tiene un precio asequible de solo 90 €, que está muy por debajo de la media del precio medio de las zapatillas: 158 €.

En el laboratorio, pusimos la parte superior a prueba con nuestro Dremel, un soplete de butano y un cepillo metálico para comprobar su resistencia y autenticidad. Estamos satisfechos con la alta calidad de las zapatillas para lo que cuestan, ya que su parte delantera se llevó un 4/5 en resistencia y sus materiales de ante y piel son auténticos, quitando una mínima parte blanca en la parte de arriba del cuello.

Las sentimos naturales en los pies, ya que no tienen mediasuela de espuma y su estructura es ligera. Con su diseño bajo, hacen que sientas mejor la superficie y también se vuelven más estable, promoviendo una pisada equilibrada. Con su peso de 342 g (12,1 oz), son un 14,1 % más ligeras que la media.

La suela exterior de caucho y los tacos bidireccionales nos mantuvieron firmes en todo tipo de superficies. Las Adidas Samba hicieron honor a sus raíces futbolísticas ofreciendo una tracción incuestionable en nuestros paseos.

Sin embargo, los materiales sólidos de la parte superior dejan menos espacio para la circulación del aire. Si la transpirabilidad es una de tus prioridades, te recomendamos que pases de este modelo.

Las Reebok Classic Leather le hacen honor a su nombre. Su parte superior estaba hecha de piel auténtica, como comprobamos en nuestra prueba de fuego en el laboratorio. Pero el hecho de ser de piel, un material de primera calidad, no significa que sean caras. Por solo 75 € (la media cuesta 110 €), pudimos disfrutar no solo de lo suave que es el material, sino también de una sujeción del pie muy segura y de una ligereza considerable. De todos los modelos de piel o cuero, este es nuestro favorito de los baratos que hemos analizado en el laboratorio.

La parte superior de piel se hizo más suave con el tiempo, lo que le permitió ajustarse mucho más al contorno de nuestros pies. Además de mejorar el ajuste, esto también contribuyó a la sujeción que sentimos.

Hablando de sujeción, nos sentimos bastante estables con estas zapatillas. Hemos comprobado que esto se debe a la flexibilidad bien equilibrada de la estructura general de las zapatillas sumada a su rigidez torsional. En el laboratorio, vimos que se necesitaban 26,8 N de fuerza para doblarlas a 90 grados. De media, las zapatillas requieren unos 23,2N. Después de intentar retorcerlas en el laboratorio, concluimos que la rigidez torsional de estas zapatillas es bastante alta, obteniendo una puntuación de 4/5.

Menos mal que su rigidez estructural no se tradujo en un aumento significativo del peso. Muy al contrario, estas zapatillas son, en realidad, más ligeras que la media (398 gramos), ya que solo pesan 323 gramos.

Eso sí, tenemos que admitir que la transpirabilidad fue su perdición. Al estar hechas de piel, la parte superior se sentía suave pero bastante cerrada. Solo obtuvieron un 2/5 en nuestras evaluaciones de transpirabilidad.

Las New Balance 327 no solo son ligeras, sino que además casi no las sentíamos en nuestros pies. Eso sí, tenemos que señalar aquí que la  comodidad de la que disfrutamos nunca fue en detrimento de la sujeción y la estabilidad. Al tener una plataforma bastante ancha, son unas de las zapatillas más estables que hemos usado. Para nosotros, son el mejor modelo ligero de entre todos los pares baratos que analizamos. Los 90 € (la media es de 110 €) que pagamos por ellas no fueron en vano, sobre todo si tenemos en cuenta que están hechas de ante auténtico, como comprobamos en nuestra prueba de fuego.

Con un peso de solo 301 gramos, las New Balance 327 son mucho más ligeras que la media, que pesa 398 gramos. Nos encantó caminar con ellas por lo poco que pesan y lo cómodas que son.

Además de ser ligeras, casi no las sentimos en los pies. Su lengüeta, por ejemplo, es mucho más fina que la media. Nuestro calibre midió que solo tenía 2,0 mm de grosor, mientras que la media puede llegar a los 8,7 mm.

En lo que respecta a la estabilidad, las New Balance 327 nos dejaron claro que era uno de sus puntos fuertes. Esto se debe a que cuentan con una plataforma muy ancha. Nuestro calibre marcó que tienen 119,5 mm de ancho en el antepié, cuando la media es de 108,9 mm. Su anchura en el talón es de 90,6 mm, mientras que la media es de solo 83,4 mm.

Es una pena que no sean para nada aptas para los usuarios con pies anchos. En su punto más ancho, la plantilla solo tiene 94,0 mm de anchura, cuando la media es de 99,1 mm.

A pesar de su popularidad y su estatus de superestrellas, nunca pensamos que las Adidas Superstar estuvieran en otra liga a nivel de precio. De hecho, es una opción barata, ya que cuesta solo 90 €, cuando el precio medio de las zapatillas es de 110 €. Lo bueno es que estas zapatillas inspiradas en el baloncesto son mucho más que su bajo precio. Ofrecen una buena tracción, una flexibilidad estructural asombrosa y un ajuste perfecto en el talón. Vamos, que tenemos todas las razones para creer que son el mejor modelo inspirado en el baloncesto de entre todas las zapatillas baratas que analizamos en nuestro laboratorio.

El patrón en zigzag grabado en la suela exterior de las Superstar de Adidas hizo bien su trabajo. Fue capaz de agarrarse a cualquier superficie que pisamos, ya fuese hormigón, madera dura, o caucho. Vamos, que pudimos frenar en seco igual que como si estuviésemos en pista.

La flexibilidad general de estas zapatillas es asombrosa. En nuestra prueba estándar de flexión, descubrimos que solo necesitaban 13,8 N de fuerza para doblarse en un ángulo de 90 grados. Esto supone un impresionante 41 % menos de lo que necesitan de media las zapatillas. Además, su flexibilidad hizo que se movieran suavemente con nuestros pies, sin importar lo peculiares que fuesen los ángulos.

El hecho de que sean flexibles no significa que el contrafuerte del talón sea endeble. Al contrario, es uno de los más rígidos que hemos analizado. Darle menos de un 5/5 por la rigidez y la seguridad de su ajuste sería una gran injusticia.

Nos ha decepcionado un poco la estrechez de la plataforma. Nuestro calibre midió una anchura de solo 101,2 mm en el antepié y 71,8 mm en el talón. Las cifras medias fueron de 108,9 mm y 83,4 mm, respectivamente.

Las Vans Old Skool son unas zapatillas de lona sorprendentemente baratas que da gusto llevar. Su precio ronda los 60 €, casi la mitad del precio medio de las zapatillas, 115 €, lo que las hace más barata que el 95 % de las zapatillas de nuestra base de datos.

Después de probarlas durante varios días en nuestro laboratorio y en la calle, nos han parecido unas muy buenas zapatillas. Aunque su aspecto icónico y atemporal ya es conocido, la transpirabilidad, su rápido periodo de adaptación y su precio son las características que nos han llevado a elegirlas como las mejores zapatillas baratas en general.

Después de caminar y hacer skate con ellas en los calurosos días de verano, nos dimos cuenta de que su material de lona es extremadamente transpirable. Lo que nos gustó especialmente fue el hecho de que el aire fluía bien desde varias direcciones, mientras que las zapatillas modernas suelen depender de paneles de malla en zonas clave. Lo comprobamos aún más en nuestro laboratorio realizando nuestra prueba de resistencia al agua. Cuando vertimos agua sobre su parte superior, el líquido se filtró a través de la lona, entrando en el interior de la zapatilla. Si bien esto demuestra que no pueden utilizarse en condiciones húmedas, también demuestra lo transpirables que son.

Aunque puede ser tentador llevar las Vans Old Skool a todas partes, advertimos que no son capaces de aguantar bien las manchas. Realizamos una prueba de resistencia a las manchas aplicando marcas secas y húmedas en su parte superior para ver lo bien que se podían limpiar.  Aunque las manchas secas se eliminan bien, las manchas húmedas resultan muy difíciles de limpiar porque penetran en la lona. Por lo tanto, no recomendamos las Vans Old Skool si quieres unas zapatillas que se mantengan en perfecto estado.

Las Adidas Busenitz son un 29 % más baratas que la media de las zapatillas de caña baja de nuestra base de datos. Pero eso no es todo, a pesar de su precio competitivo de 80 euros, ofrece características fascinantes: impermeabilidad, mantenimiento sencillo y, sobre todo, robustez.

Hemos utilizado las Busenitz de forma casual y para hacer skate, y hemos comprobado que aguantan perfectamente el desgaste. Pero lo que no sabíamos era que podía soportar mucho más que eso. Cuando llevamos las Busenitz a nuestro laboratorio, presionamos la parte superior con una lijadora eléctrica. Para nuestra sorpresa, salió sin ningún daño, ni siquiera un rasguño.

Otra cosa que nos sorprendió fue su capacidad para repeler el agua con eficacia. Si no fuera por la lengüeta, no hubiese entrado en la zapatilla nada del agua que vertimos. En cuanto al mantenimiento, también descubrimos en nuestra prueba antimanchas que las Busenitz son facilísimas de limpiar, tanto si tienen manchas húmedas como secas.

Lo único que nos preocupa es que tardamos un poco en acostumbrarnos a las Busenitz. Confirmamos la rigidez de la zapatilla cuando intentamos doblarla con nuestra abrazadera de barra y no se flexionó mucho. Si te preocupa este aspecto, te sugerimos que elijas unas zapatillas más flexibles.