Nuestra conclusión
- Nuestras número 1 entre las mejores zapatillas baratas
- Nuestras número 1 entre las mejores zapatillas de lona
Pros
- Una versión clásica que merece estar en tu armario
- Periodo de adaptación corto
- Súper cómodas
- Fieles a la talla
- Muy transpirables por su parte superior de lona
- Estética impecable
- Suela muy resistente
- Frenan bien sobre el skate
Contras
- No son muy resistentes en comparación con otras zapatillas de skate modernas
- Les encanta mancharse
Veredicto de los usuarios
- Top 21% entre Sneakers
- Top 19% entre zapatillas Vans
- Top 30% más vendidas sneakers
Un clásico que puede seguir creciendo
Desde que la subcultura del skate las adoptó por casualidad hasta su mala reputación en las redes sociales (¡ya te vale, Daniel!), las Vans han ocupado un puesto indiscutible en el armario de casi todo el mundo.
Las Vans Old Skools son un básico en cualquier colección. Sin duda se trata de un modelo 'Off the Wall' de lona, pero con una mayor sujeción del tobillo que se acerca más a la silueta de las zapatillas tradicionales.
Su estética impecable, su estabilidad y su comodidad hacen que todo el mundo esté enamorado de ellas, que existen ya desde hace tiempo. En 1966, Vans empezó a fabricar zapatillas a medida para los californianos pero, en un abrir y cerrar de ojos, la marca se convirtió en un icono para la subcultura del skate de Los Ángeles. Vans se alejó de las pistas de tenis de hierba y de las noches de cócteles y, en 1977, reclutó a los legendarios skaters Tony Alva y Stacey Peralta para diseñar las Old Skool.
Es probablemente esta versatilidad la que ha hecho que las Old Skool sigan siendo tan queridas incluso hoy en día, tanto para las personas que hacen skate como para las que simplemente buscan algo para pasear por la ciudad.
Unas zapatillas de skate para cada outfit
Elegí las blancas porque quería algo que combinase con todo y, con suerte, que también siga siendo muy chulo incluso después de ponérmelo un tiempo.
Me preocupaba que la mítica línea de Vans no se viese bien, porque claro, son blancas, pero la textura de los detalles en piel le da una profundidad que mola con respecto al panel de lona cosida. En cuanto a estética, lo demás es tal cual me lo esperaba.
El detalle de la suela les da el toque final como zapatillas de skate y, por si se te olvida, el logo "Off the Wall" está en su parte de atrás y parece que la sujeta.
Su estilazo dura para siempre, pero las zapatillas en sí, no
Este es uno de los inconvenientes de este modelo. Las Old Skool se han aferrado a un diseño que parece que se ha hecho con prisas, porque tienen uniones mediante superposiciones que contrastan con sus costuras impecables. Así que, cuando se doblan, se puede ver cómo el tejido y el caucho pelean entre ellos.
Por mi experiencia con las zapatillas de skate Vans, aquí es donde se suelen empezar a ver los primeros signos de desgaste. Por su precio tampoco me esperaba que las Old Skool fuesen a durar demasiado y, para muchos, estas zapatillas son fáciles de sustituir cuando les toca.
Eso sí, la parte superior de lona incluso resistió bien una sesión de prueba relativamente intensa con un taladro de sierra. Aun así, ya han pasado varios años, así que me encantaría ver que la marca se esfuerza en que sus modelos duren más y en que sean más sostenibles porque, sin duda, se trata de una empresa que claramente sabe cómo hacer un par de zapatillas.
Esperemos que las Old Skool Pro se vayan adaptando a los tiempos que corren.
Las Vans Old Skool se crearon pensando en el asfalto
Otro punto a favor es la resistencia de su suela. Al menos esta parte, que aguanta los constantes golpes contra el asfalto, es toda una guerrera, lo que hace que todavía a día de hoy me sorprenda con lo cómodas que pueden ser estas zapatillas incluso desde el minuto uno.
Las Vans Old Skool son minimalistas, cómodas y fieles a la talla. Te las puedes poner en dos segundos, porque están hechas de lona, y sobre el skate responden bien y frenan bien. Si te las quieres poner de manera casual, son un complemento sencillo e informal que combina con un montón de conjuntos.
Son transpirables
Quizás una de las mejores características de las Vans Old Skool (y de la mayoría de modelos de Vans) es su transpirabilidad.
Esto es lo que las hacía tan atractivas para los skaters de los 60 y 70, que antes se subían al monopatín descalzos. Olvídate de las múltiples capas de malla, la facilidad con la que el aire pasa a través de la parte superior de lona de este modelo no es ningún secreto.
La desventaja de esto es que, definitivamente, no están hechas para el invierno. Además, si el agua está por encima de la línea de goma, se te van a mojar los pies.
Un imán para las manchas
El blanco es, obviamente, un imán para las manchas, pero la lona es fácil de cuidar cuando se trata de manchas secas. También descubrí que cualquier cosa húmeda se les mete dentro rápidamente, e incluso si tienes los productos de limpieza para el calzado adecuados, estas zapatillas no volverán a ser las de antes.
Si estás pensando en mantenerlas limpitas, prepárate para unos buenos sustos.
Lo bueno es que incluso cuando se te ensucian o se van haciendo viejas por el uso y desgaste, siguen siendo chulísimas.
Conclusión
En definitiva, las Vans Old Skool son unas zapatillas de skate sencillas que funcionan igual de bien como modelo tipo casual. Eso sí, ¡no te esperes tener el mismo par durante años! Aunque, bueno, creo que eso ya lo sabíamos todos.