Hoka Kaha 2 GTX: análisis y review

En nuestra opinión, las Hoka Kaha 2 GTX son una buena opción para los excursionistas que:

• Quieren unas botas de cuero de primera calidad que duren más de una estación.
• Necesitan unas botas preparadas para el trekking.
• Buscan el máximo nivel de impermeabilidad.
• Prefieren el calzado de senderismo de aspecto más atlético.

Si te preocupan la lengüeta corta y el talón voluminoso de estas botas, te recomendamos las Salomon Quest 4. Pesan más, pero no tienen los defectos de las Kaha 2 GTX.

También podrías considerar las Hoka Anacapa, que son más asequibles. Puede que no ofrezcan la misma sujeción ni tengan los mismos materiales, pero son unas botas excelentes para senderismo diurno y cuestan mucho menos.

Según nuestras pruebas tanto de uso como de laboratorio, las Hoka Kaha 2 GTX son unas botas 100% impermeables.

Al meterles humo dentro, su parte superior no dejó que saliese nada, solo se escapó un poco por el ojal de arriba. Así que, en una escala del 1 al 5 donde 5 es la máxima transpirabilidad, se han llevado un triste 1. ¡Han suspendido!

Todo ello gracias al uso de una membrana GORE-TEX además de la parte superior de cuero nobuk resistente y el revestimiento repelente al agua. Este es el aspecto de la tela de la lengüeta bajo nuestro microscopio.

El agua no tiene ninguna posibilidad de filtrarse.

Tuvimos los pies secos después de cruzar cada riachuelo gracias a la impermeabilidad de las Kaha 2 GTX.

Las Hoka Kaha 2 GTX, las mejores botas de senderismo de la marca, son extremadamente resistentes.

Procedente de una curtiduría con la certificación Oro, su cuero casi no sufrió arañazos en nuestra prueba con el Dremel. Mientras que la mayoría de las botas acaban con agujeros, en las Kaha (a la izquierda) apenas se aprecian los daños.

Se han llevado un merecido 5 de 5 en nuestra prueba de resistencia de la parte delantera.

Incluso algo tan sensible como el acolchado del cuello del talón resistió admirablemente a nuestro Dremel. El movimiento de la herramienta demuestra que el material estaba luchando con todas sus fuerzas, así que se han llevado un 5/5.

¡Otra puntuación perfecta para las Kaha 2 GTX!

Hoka optó por el caucho Vibram, que es muy resistente al desgaste, para crear una suela exterior resistente.

Nuestro durómetro marcó 88,4 HC, así que es un poco más firme que la media y, por lo tanto, aguantará más.

Al medir el grosor del caucho excluyendo la profundidad de los tacos, nos dio 2 mm. Es más fino que la media, pero está muy bien compensado con una gruesa capa de espuma firme.

Vamos, que te hará falta más de una ruta de senderismo para destrozar estas botas.

Para ser unas botas preparadas para el trekking, la verdad es que no las sentimos nada pesadas en los pies.

Al ponerlas en nuestra báscula, marcó 525 g (18,5 oz) en una 42⅔ de hombre. ¡Son bastante más ligeras que la media de las botas de trekking (660 g/23,3 oz)!

Hoka, te mereces un aplauso por incluir tanta amortiguación, sujeción y materiales de alta calidad en unas botas relativamente ligeras.

Si son unas Hoka, ¡entonces tiene que ser enorme!

Con un calibrador, medimos el grosor del talón de estas botas y nos dio 39,3 mm, así que es bastante más alto que la media.

En nuestras rutas, esta amortiguación parecía no tener fondo. La protección contra los impactos y el confort son suficientes para recorrer cualquier distancia, e incluso después de un día entero haciendo senderismo, nuestros pies no estaban cansados.

Las Hoka Kaha 2 GTX están igual de bien amortiguadas en el antepié. Nuestro calibrador marcó 28,2 mm de altura de suela, que también resulta ser más gruesa que la media.

Según la página oficial, las Kaha 2 GTX tienen un drop de 6 mm. Sin embargo, según nuestras mediciones, la diferencia entre el talón y la puntera es de 11,2 mm.

La verdad es que es una discrepancia bastante grande, y sientes el talón un poco elevado cuando te las pones. Aun así, como el drop medio oscila entre los 10 y 12 mm en las botas de senderismo, creemos que las Kaha les serán cómodas a la mayoría de los senderistas.

En los pies no las notas tan blandas como otras zapatillas de Hoka y, aunque la marca dice que son "mullidas", nosotros diríamos más bien que la pisada es equilibrada. Creemos que se debe a la naturaleza de doble densidad de la mediasuela, que es medio firme medio blanda.

Pero la capa primaria de amortiguación de estas botas sí que es muy blanda, la verdad. Cuando presionamos nuestro durómetro contra ella, marcó 21,7 HA, así que es un 29 % más blanda que la media.

Lo que más nos ha sorprendido de su amortiguación es que casi no se vuelve más firme cuando bajan las temperaturas. Para imitar el frío, metimos a las Kaha 2 GTX en un congelador durante 20 minutos. Después de eso, volvimos a coger nuestro durómetro y vimos que marcaba 27,3 HA, así que son apenas un 25,6 % más firmes de lo que lo eran a temperatura ambiente.

Como referencia, las espumas de otras botas de senderismo se endurecieron tanto que el calibrador marcó 33,9 HA tras la misma prueba.

Para evitar que fuesen demasiado blandas, tienen una espuma más firme. Con sus 31,6 HA, es un 46 % más dura que la espuma blanda.

Una plantilla bien acolchada se le suma a la amortiguación principal. Nuestro calibrador dice que tiene un grosor de 6,4 mm, que coincide con la media.

Nos pareció cómoda desde el minuto uno, y con el tiempo ayudó a que nuestros pies cansados avanzasen.

Por nuestra experiencia haciendo trekking, las Hoka Kaha 2 GTX son unas compañeras llenas de sujeción para las rutas de varios días con mochilas de hasta 18 kg (40 libras).

Ni sentimos que nuestros tobillos se tambaleasen, ni se inclinaron a los lados con ellas. La plataforma se sentía muy estable, y el cuello hizo un trabajo increíble manteniendo el tobillo en su lugar.

Como uno de los componentes clave de la estabilidad, la rigidez torsional puede decir mucho sobre unas botas. Durante nuestra prueba manual nos pareció casi imposible doblarlas, así que se han llevado la máxima nota en rigidez, ¡un 5 de 5!

Estas botas tienen una construcción muy robusta y con mucha estructura.

El cuello del talón tiene un diseño peculiar. Es más corto en la parte de atrás, y tampoco es tan rígido como el de muchas otras botas de senderismo. De hecho, hemos puntuado la rigidez del contrafuerte del talón con solo 2 puntos de 5.

Curiosamente, este enfoque de la sujeción del talón no comprometió la sujeción del tobillo, e incluso ayudó a que este par fuese más ligero.

¡Hasta un elefante podría ponerse estas botas!

En la parte más ancha del antepié, la suela mide 117 mm, así que es unos milímetros más ancha que la media. Esta amplia base nos hizo sentirnos muy cerca del suelo, estables y seguros en muchas situaciones distintas.

Pero en el talón es donde a Hoka se le fue de las manos. Nuestro calibrador marcó 106,1 mm cuando lo pusimos en la parte más ancha del talón, así que es casi 1 cm más ancho que la media.

El diseño de la suela en la parte de atrás es bastante voluminoso. Aunque esto es una maravilla en las rutas largas y en los descensos, la verdad es que nos pareció un incordio en las zonas técnicas de nuestra ruta.

Al final, en los terrenos rocosos terminamos coleccionando piedras con este talón, que es algo que no nos gustó nada, ¡nos sentimos súper torpes! Vamos, que no te esperes que sean unas botas llenas de facilidad de movimiento.

Son tan rígidas como sus compañeras.

Necesitamos mucha fuerza para doblarlas en un ángulo de 90 grados. Concretamente, fueron 41,6 N, que es incluso un poquito más que la media. Además, las Kaha 2 GTX son un 32 % más rígidas que las Anacapa Mid GTX.

Si a esto le sumamos su rocker, seguro que te imaginas todo lo que nos impulsaban para dar el siguiente paso.

Eso sí, ten en cuenta que las Kaha 2 GTX se vuelven un 50 % más rígidas en frío. Tras 20 minutos en el congelador, la fuerza necesaria para doblarlas pasó de 41,6 N a 64,2 N.

Al ser impermeables, tienen claro que no te vas a cortar un pelo en tus rutas. Por eso están equipadas con tacos bastante profundos que funcionan de maravilla en terrenos blandos y mojados, así como en rocas mojadas.

Al medir los tacos, comprobamos que tienen 4,9 mm de profundidad, por lo que son un poco más gruesos que la media.

A nuestros pies de talla media les han parecido bastante cómodas, la verdad.

Medimos el punto más ancho de su parte delantera y nos dio 97,3 mm, así que son un par de milímetros más estrechas que la media en esa zona, pero nada que nos pareciese incómodo.

La verdad es que en la punta justo son bastante espaciosas.

Según nuestro calibrador, tienen 79,8 mm de ancho, unos 4 mm más que la media. Eso significa mucho espacio para los pies hinchados.

Gracias a su lengüeta reforzada, están totalmente protegidas contra el agua, la tierra, los restos de hojas e incluso las piedrecillas. Además, hace que el pie no se mueva de su sitio.

Tenemos buenas y malas noticias sobre la lengüeta.

Lo bueno es que está muy bien acolchada con sus 12,5 mm de grosor.

Lo malo... es que es demasiado corta. Cuando nos atamos las botas hasta arriba, parecía que el nudo estaba justo en el borde del cuello. Como no tienen mucho acolchado en esa zona, nos presionaba en la espinilla, y cuando intentamos aflojar el nudo, las botas dejaron de sujetarnos bien el tobillo.

Un par de calcetines más gruesos podrían solucionar este problema, pero la verdad es que no nos esperábamos esto de un modelo tan caro.

Como el diseño del cuello de estas botas es... diferente, nos alegramos mucho de que Hoka haya decidido ponerles un tirador en el talón.

Como su plantilla es extraíble, puedes cambiarla o ponerle la tuya propia.

Hoka está avanzando hacia la sostenibilidad, y eso se nota en las Kaha 2 GTX. La parte de poliéster reciclado en diferentes zonas de estas botas varía del 50 % al 100 %. Incluso la membrana GORE-TEX está fabricada con un 71 % de contenido reciclado.