Nike ZoomX Dragonfly: análisis y review

Les recomendamos encarecidamente las Dragonfly a los amantes del atletismo que buscan una mezcla de amortiguación y rendimiento. En nuestra opinión, este modelo es:

• Ideal para cualquiera que corra 5K o 10K, ya que ofrece una de las pisadas más indulgentes que se adapta a todos los niveles de velocidad.
• Perfecto para los corredores que practican entrenamientos por intervalos que van desde los 400 m hasta los 5K en pista.
• Adecuado para los que compiten incluso en pruebas más cortas como 800 m y prefieren más espuma y menos rigidez que la que ofrecen los modelos de velocidad habituales.

Aunque las Dragonfly son excelentes para muchos atletas, no se las recomendamos a los que corren distancias más cortas, ya que sus características pueden impedir una pisada potente y con contacto con el suelo, necesaria para los esprints. Para pruebas de menos de 800 metros, creemos que las Nike Air Zoom Maxfly son una mejor opción.

Además, las Dragonfly tienen un precio de 150 €, y a algunos les pueden ser demasiado caras. Si estás buscando una alternativa más rentable, las Nike Zoom Rival D 10 destacan como una excelente opción. Ofrecen un buen grado de versatilidad y comodidad, por lo que son una buena elección para los que acaban de empezar con las pruebas de atletismo o los guerreros de fin de semana que no quieren gastarse una pasta.

La transpirabilidad a menudo pasa a un segundo plano en las zapatillas de clavos, ya que las pruebas de pista suelen ser cortas, pero las Dragonfly están diseñadas para distancias que van desde los 1500 metros hasta los 10K, lo que requiere una gran ventilación, sobre todo por el calor que suele hacer en los eventos y pruebas al aire libre.

Por suerte, descubrimos que la malla de ingeniería utilizada por Nike presenta amplias separaciones entre sus hilos, lo que permite que el calor y la humedad salgan de forma eficaz. Esto es algo crucial para distancias más largas, y les hemos dado un 4/5 en transpirabilidad.

Utilizando una luz, pudimos observar cómo Nike diseñó meticulosamente este modelo. La parte delantera y la lengüeta se benefician de una ventilación total, y hay un grado notable de transpirabilidad en el mediopié que nos pareció más que suficiente.

Bajo el microscopio, observamos que las Dragonfly presumen de una parte superior muy buena. Es más sencillo para las marcas utilizar una malla uniforme en todas las zonas de las zapatillas, pero Nike ha potenciado estratégicamente la ventilación en lugares clave con bastante facilidad y precisión.

Por último, en su búsqueda de unas zapatillas de clavos ultraligeras, Nike minimizó el acolchado y sacrificó la comodidad, incorporando solo dos tiras en la zona del retropié que se extienden por el talón.

La parte superior es bastante mínima y delgada, lo que nos dejó bastante preocupados en nuestra feroz prueba con el Dremel.

Lamentablemente, descubrimos que su puntuación era de 1/5. Aunque los modelos de clavos suelen sufrir menos daños que sus homólogos de asfalto o trail, una ligera mejora en la resistencia para la próxima versión sería genial.

Tras evaluar la parte delantera, nos centramos en el talón, aplicando las mismas especificaciones con nuestro Dremel: 5K RPM y 3,2 N de fuerza.

Afortunadamente, los resultados mostraron una mejora con respecto a la parte delantera (3/5), aunque siguen indicando la necesidad de un mayor perfeccionamiento en las Dragonfly 2.

Medimos el grosor de la suela exterior de las Dragonfly y nos dio 3,1 mm, pero no se trata de una suela exterior cualquiera, sino de una placa de Pebax que se extiende desde el talón para hacer también de suela exterior en el antepié.

La espuma ZoomX está completamente expuesta en el mediopié, aunque el desgaste prematuro en esa zona es muy improbable en unas zapatillas de clavos de atletismo.

Este diseño único mejora la reactividad y es bastante eficaz.

También medimos la dureza de la cobertura de caucho que Nike utiliza en el talón, y nuestro durómetro marcó solo 55,0 HC. Si bien esto puede parecerte bajo, es importante tener en cuenta que este modelo no está diseñado para los aterrizajes firmes con el talón.

La plantilla es bastante básica y mínima, ya que solo mide 2,8 mm, pero se siente perfectamente adecuada para unas zapatillas de clavos. No tenemos nada más que añadir, ¡y eso es una ventaja!

El antepié cuenta con una altura total de la suela de 17,8 mm, compuesta principalmente de espuma ZoomX, que protege eficazmente las piernas en las últimas vueltas de las carreras de 5K y 10K.

Mientras que la mayoría de los modelos de clavos de pista se inclinan hacia un drop cero o incluso un drop negativo, las Dragonfly ofrecen una sensación similar a las zapatillas de running para asfalto con drop bajo.

En nuestro laboratorio descubrimos que presentan un drop de 2,0 mm, ideal para pruebas de larga distancia como 5K o 10K. Este diseño no solo ayuda a los corredores que carecen de esa llamativa técnica de aterrizaje con el antepié, sino que también resulta menos exigente para la cadena posterior y el tendón de Aquiles.

Aquí está lo más destacado de las Dragonfly, y es algo que las ha diferenciado desde su debut. Estas zapatillas cuentan con una capa completa de espuma ZoomX ultrarreactiva, el mismo material que Nike utiliza en modelos como las Alphafly.

Con una puntuación de 20,1 HA en nuestro durómetro, son bastante mullidas para ser unas zapatillas de clavos de atletismo, que suelen ser conocidas por lo firmes que las sientes.

Hemos comprobado que esta amortiguación excepcional ha contribuido significativamente a su éxito en pruebas de larga distancia. El uso de la espuma Pebax traslada a la pista la magia de las zapatillas de maratón modernas, ¡ayudando así a los corredores a conservar sus músculos para la recta final!

La plantilla es bastante básica y mínima, ya que solo mide 2,8 mm, pero se siente perfectamente adecuada para unas zapatillas de clavos. No tenemos nada más que añadir, ¡y eso es una ventaja!

Sin embargo, fue la medida del dedo gordo del pie la que realmente reveló el nivel de comodidad de este ajuste. Con 76,1 mm, la verdad es que no se estrechan tanto como otras zapatillas de clavos de atletismo.

En cuanto al volumen vertical, va de la mano con el de la mayoría de sus competidoras pero, obviamente, este modelo se nota más apretado en comparación con cualquier par de running para asfalto.

Las Dragonfly están diseñadas con una configuración clásica de 6 clavos. Cada uno es extraíble, lo que te da la posibilidad de adaptar el agarre de las zapatillas para que se amolden perfectamente a tus necesidades específicas.

Esto nos pareció muy importante, ya que el antepié más blando de lo habitual puede llevarte a elegir clavos más largos para estas zapatillas.

A pesar de su sorprendentemente baja rigidez longitudinal, nuestra evaluación manual reveló que este modelo es bastante resistente a la torsión. Esto nos llevó a darles a las Dragonfly un 4/5 en rigidez torsional en nuestras pruebas de laboratorio.

El contrafuerte del talón es hiperflexible, lo que favorece un ajuste ideal para las competiciones en pista. En consecuencia, le asignamos una puntuación previsible de 1/5.

Los modelos de clavos de atletismo suelen tener un diseño más estrecho, por lo que no solemos esperarnos que vayan a ser estables.

Sin embargo, nuestras mediciones revelaron un antepié sorprendentemente ancho en las Dragonfly para unas zapatillas de clavos, con 98,2 mm, lo que proporciona cierta estabilidad y ayuda a mitigar el tambaleo de la espuma blanda.

El talón, que refleja la forma estrecha del mediopié, mide solo 60,2 mm de ancho, lo que requiere una técnica de golpeo con el mediopié o el antepié.

Cambiando nuestro enfoque a la parte delantera, inmediatamente reconocimos que Nike hizo un gran esfuerzo para ofrecer un ajuste más amplio en comparación con las típicas zapatillas de clavos.

Con una anchura de 92,0 mm, tuvimos un amplio espacio para enfrentarnos cómodamente carreras de 5K o 10K.

Sin embargo, fue la medida del dedo gordo del pie la que realmente reveló el nivel de comodidad de este ajuste. Con 76,1 mm, la verdad es que no se estrechan tanto como otras zapatillas de clavos de atletismo.

En cuanto al volumen vertical, va de la mano con el de la mayoría de sus competidoras pero, obviamente, este modelo se nota más apretado en comparación con cualquier par de running para asfalto.

La lengüeta de las Dragonfly, inspiradas en las Vaporfly, es excepcionalmente mínima, con solo 1,4 mm de acolchado.

Personalmente creemos que sería muy difícil fabricar una lengüeta más transpirable que esta.

Descubrimos que, aunque este diseño ofrece una sensación aerodinámica, los que participen en carreras de 5K o 10K deben ajustar los cordones dentados con cuidado. Además, los cordones son una característica de primera calidad que mejora tanto el cierre como el atractivo estético de las zapatillas.

Las Dragonfly no tienen un tirador en el talón, pero cuentan con una característica ya icónica de Nike: un gran orificio en el contrafuerte del talón. Este diseño icónico mejora la sujeción del talón y reduce ligeramente el peso, por lo que todos salimos ganando.

Durante nuestras pruebas en la pista, las Dragonfly nos hicieron sentirnos casi descalzos en términos de peso, una sensación que nos pareció asombrosa.

Después de colocarlas en nuestra báscula en el laboratorio, la razón nos quedó clara. Con solo 133 g, son unas de las zapatillas de clavos para larga distancia más ligeras que se han fabricado.