Nike Dragonfly 2 Elite: análisis y review

Después de darles caña a las Dragonfly 2 Elite en la pista y en el laboratorio, creemos que son:

• Ideales para los runners que sí o sí quieren un placa de carbono en sus superzapatillas de atletismo y así conseguir un rendimiento de primera.
• Perfectas para distancias de 1,5K hasta 10K si quieres ir a toda pastilla.
• Excelentes para los corredores más poderosos que pueden sacarle el máximo partido al impulso de la placa FlyPlate en esta versión.

Creemos que las Dragonfly 2 Elite no son la mejor opción para los corredores que están buscando unas zapatillas de clavos adecuadas para entrenar, y tampoco para los que suelen tener problemas en los tendones. Descubrimos que su placa de carbono se siente rígida y es exigente con los músculos. Las Dragonfly 2 estándar ofrecen una pisada más suave a un precio más bajo, lo que las convierte en una opción más inteligente para sesiones más sencillas.

Además, si no compites en distancias superiores a 1500 metros y te centras más en los 800 o incluso 400 m, creemos que hay mejores opciones para ti. En nuestra opinión, las Nike Victory 2 se ajustan a estas pruebas de forma más precisa: siguen teniendo una placa de carbono, pero le suman una unidad Air Zoom doble más reactiva que se adapta mejor a los esfuerzos rápidos y explosivos que a los largos y constantes.

Cuando nos pusimos las Dragonfly 2 Elite para correr, no tardamos ni medio segundo en sentir lo mullida que es su mediasuela. Esto las hace ideales para las carreras de 5K y 10K, ya que conseguir tener las piernas medianamente descansadas en la última vuelta marca la diferencia.

Según nuestros calibres, la mediasuela de este modelo tiene una altura de 19,8 mm, justo por debajo del límite de 20 mm establecido por la World Athletics en 2024. Vamos, ¡que está al límite!

La altura de la suela de las Dragonfly 2 Elite en el antepié es un poquito más baja, con 15,7 mm, ya que así se consigue una geometría más rápida en las transiciones acompañada de un drop moderado. La mayoría de las zapatillas de clavos tienen un drop de 0 o de 1-2 mm, pero para las distancias largas, este diseño también va bien.

El drop de 5,4 mm se siente moderado (o incluso alto) para unas zapatillas de clavos, que es de lo que estábamos hablando antes. Es probable que las Dragonfly Elite 2 no terminen de convencer a los runners que prefieren un diseño más plano.

Eso sí, esa sensación de ir avanzando hacia adelante está claramente presente. Estas Nike te proporcionan ese impulso que destaca en las últimas vueltas de las pruebas de fondo.

Las Dragonfly 2 Elite tienen una mediasuela completa de ZoomX. Encontramos dos capas separadas: la principal está por encima de la placa de carbono de longitud completa, y la secundaria, que es de color verde, está debajo, principalmente bajo el mediopié y el talón.

La capa principal, más gruesa, obtuvo un resultado de 22,5 HA en nuestro durómetro Shore A. Es un poco más firme que lo que hemos visto en las zapatillas de competición para asfalto, pero nos tiene todo el sentido del mundo en este caso: las zapatillas de clavos no pueden tener mucha espuma, y no es ideal que se sientan demasiado blandas.

Como era de esperar de la espuma ZoomX, el retorno de energía es altísimo. Así que no tenemos queja: estamos ante una espuma al nivel de la élite en unas zapatillas de clavos... que también están al nivel de la élite. Justo como tiene que ser.

La mayor diferencia entre las Dragonfly 2 Elite y la versión estándar, además de su precio, es la placa de fibra de carbono de longitud completa, conocida como FlyPlate. Proporciona una rigidez notable y una sensación de mayor propulsión.

Sin embargo, esto implica un sacrificio: la pisada se siente más firme y directa, así que a algunos atletas les puede parecer demasiado agresiva. Sin duda, son mejores para los deportistas a los que les gustan las superzapatillas para correr por asfalto, como las Nike Vaporfly 3, que ayudan mucho con los problemas como la dorsiflexión limitada del tobillo.

La espuma verde bajo la placa en la zona del mediopié y del talón es un poco más blanda, ya que nuestro durómetro marcó 15,5 HA. Lo que Nike está buscando es que esa zona esté más amortiguada, donde la reactividad no es tan importante.

Se supone que la horma de estas zapatillas es idéntica a la de las Dragonfly 2 estándar, o eso es lo que dice Nike. Pero bueno, que lo queríamos comprobar nosotros mismos utilizando nuestro molde de gel, que reproduce de forma precisa el ajuste interno.

Después de hacer el molde, medimos 90,1 mm en su parte más ancha, así que solo es 0,2 mm más estrecha que la de sus hermanas. Esto confirma que tienen el mismo ajuste espacioso centrado en las distancias largas. Así que, si tienes pensado pasar de la versión estándar a esta, puedes esperarte que la sensación sea casi idéntica, ya que esas diferencias tan pequeñitas son imposibles de notar al usarlas.

Después medimos la anchura de la zona de los dedos, y nuestro calibre marcó 68,4 mm. Está justo en la media, así que las Dragonfly 2 Elite te ofrecen un ajuste estándar, sin sorpresas, en la parte delantera.

También descubrimos que ofrecen mucho espacio vertical en la zona de los dedos, con 28,6 mm.

Es ideal para las carreras largas, aunque a los corredores que prefieren un ajuste muy ceñido puede que no les convenza del todo este espacio.

Con un peso de 129 g, la versión Elite es mucho más ligera que la estándar, que pesa 145 g. Que sí, que sí, ¡que es una diferencia grande aunque parezca que no!

Nike, qué maravilla de diseño: estas zapatillas casi desaparecen bajo los pies.

Las Dragonfly 2 Elite ofrecen la misma sensación ultraligera que tanto nos gustó en la versión estándar. Nos sorprendió lo finito y casi transparente que parecía el material, así que teníamos muchas ganas de analizarlo.

Nada más encender la máquina de humo, vimos cómo se escapaba por todas partes, así que les dimos un clarísimo 5/5 en transpirabilidad. No tuvimos absolutamente ninguna duda al respecto.

Luego les hicimos nuestra prueba de luz, y los resultados nos dejaron boquiabiertos. El upper es tan finito que el aire puede entrar y salir sin problema. Además, este diseño tan ligero hace que correr sin calcetines en las carreras de fondo sea una idea estupenda.

Para poder estudiarlo más de cerca, cogimos nuestro microscopio y nos pusimos manos a la obra.

Aunque Nike podría haber utilizado Atomknit o Flyknit para esta versión Elite, decidió optar por una malla de ingeniería clásica. ¿Que dónde está el truco? Pues en que viene cargada de agujeritos para mejorar el flujo de aire.

También vimos que el upper está un poquito acolchado en los laterales. Esto es justo lo que necesitan las zapatillas para ofrecer un poco de agarre y comodidad, pero está claro que este upper es una estructura que se centra en el rendimiento y en la reducción máxima de peso total y absolutamente.

Con una placa de fibra de carbono en su interior, no es de extrañar que las Dragonfly 2 Elite sean muy rígidas torsionalmente, ya que se llevaron un 4/5 en nuestra escala.

Por otro lado, la rigidez del contrafuerte del talón es extremadamente baja (1/5), que es exactamente lo que esperamos de unas zapatillas de clavos listas para competir. La estabilidad del talón depende total y absolutamente de tu cuerpo, ya que no hay absolutamente ninguna sujeción en esa zona.

La misma sensación de las Dragonfly 1 y 2 se mantiene en las Dragonfly 2 Elite, ya que las dimensiones de la mediasuela son prácticamente las mismas. En la parte delantera, el antepié tiene una anchura de 97,8 mm que te ofrece aterrizajes estables, lo que las convierte en una opción excelente para los corredores de metatarsos que están buscando despegues potentes.

Como era de esperar, el talón es muy estrecho en comparación con el de cualquier modelo de running. Incluso así, se parece mucho al de otros modelos de clavos con sus 63,9 mm.

Como era de esperar, la parte delantera no aguantó ni medio segundo del asalto contra nuestro Dremel: es muy finita y no tiene capas protectoras. Por lo tanto, no tuvimos más opción que darle un terrorífico 1/5 en durabilidad.

Descubrimos que el acolchado del talón es sorprendentemente duradero, ya que tiene un diseño sencillo centrado en el rendimiento y en reducir el peso. Con lo bien que lo hizo en nuestra prueba, le dimos un merecido 4/5.

Es interesante que tener menos acolchado en la zona del talón sea sinónimo de un mejor resultado.

Las Dragonfly 2 Elite tienen un parche de caucho de 3,0 mm en el talón para proteger la espuma y mejorar la tracción en esa zona.

Sin embargo, la zona del mediopié está expuesta para maximizar el uso de la espuma y el retorno de energía.

A diferencia de las Dragonfly 2 estándar, la versión Elite tiene 4 clavos fijos de 6 mm para reducir el peso y mejorar la tracción. Eso sí, a esto le vemos una desventaja importante, y es que la durabilidad a largo plazo podría volverse un problema al no poder cambiarlos.

La plantilla no es extraíble pero es muy finita, con solo 2,3 mm de grosor. Está claramente diseñada para maximizar la cantidad de espuma bajo el pie sin infringir las normas de la World Athletics.

El sistema de cordones es básicamente todo lo que podríamos pedir de unas superzapatillas de clavos. Tienen los mismos cordones con muescas listos para competir que tanto nos gustaron en las superzapatillas premium de Nike, como las Alphafly 3.

También vimos que tienen una lengüeta muy finita, de solo 0,9 mm, y la verdad es que nos encantó. Al final, estas zapatillas lo que buscan es reducir el peso, así que la comodidad se queda en un segundo plano. Además, su flujo de aire es estupendo para correr sin calcetines.

Las Dragonfly 2 Elite son unas de las zapatillas de clavos más caras que se han diseñado, pero es que también son unas de las más rápidas, con decenas de medallas olímpicas y de campeonatos mundiales a sus espaldas que confirman su rendimiento. Así que... si es una inversión que merece la pena o no, ya depende de cuánto valores esos pocos segundos (y decimos segundos como lo máximo, claro) que podrías recortar con estas Nike, que es algo que un modelo más económico no te puede ofrecer.

Nike mantuvo el mismo diseño icónico que vimos en la primera generación de las Dragonfly, con el agujero en el talón. Y funciona de maravilla: reduce unos cuantos gramos, mejora el ajuste del talón, aumenta el flujo de aire y hace que la estética sea más chula.