Nike KD 18: análisis y review

Las Nike KD 18 vienen cargaditas de ventajas para los jugadores que están buscando:

• Las zapatillas de su jugador favorito por un precio adecuado y un rendimiento general excelente.
• Un modelo de baloncesto que ofrezca un buen equilibrio entre amortiguación, rebote, estabilidad y sujeción del tobillo.
• Una suela exterior con mucho agarre tanto en parqué como en pistas exteriores.
• Un par transpirable para ir a echar unas canastas cuando hace calor.

Los jugadores con pies anchos y los que creen que el ajuste de las KD 17 era demasiado apretado, le pidieron a Nike por activa y por pasiva que las KD 18 fuese más espaciosas... pero no les sirvió de mucho.

Si estás buscando un ajuste más amplio, no te pierdas estas New Balance: las TWO WXY V5 o las Fresh Foam BB v2.

Las Nike KD 18 heredan exactamente la misma configuración de amortiguación que las KD 17: una capa de espuma Cuslon de longitud completa, una plantilla Air larga debajo del talón y del mediopié, una gran unidad Air Zoom en la parte de abajo del antepié y una pieza de plástico justo encima de ella.

Y resulta que, para variar, hay muchas opiniones distintas al respecto: algunos dicen que es por pereza, otros dicen que solo es consistencia... pero nuestras pruebas de absorción de impactos demostraron, una vez más, que esta estructura funciona. ¡No hay más vuelta que darle! Obtuvimos valores por encima de la media tanto en el talón (115 SA) como en el antepié (90 SA), lo que hace que este modelo sea una opción excelente para los partidos y los entrenamientos más largos, para los jugadores pesados y para los basquetbolistas con problemas en sus articulaciones.

Si tuviste las KD 17, te puedes esperar la misma sensación de impulso en el antepié con las KD 18.

Con su combinación de la tecnología Air Zoom y un cambrillón de plástico, estas KD han conseguido una de las puntuaciones más altas en nuestra prueba de retorno de energía: ¡un 72,7 % en el antepié! Que sí, que sí, que están a la altura de las Nike LeBron 23, ¡flipa! Podrás disfrutar de ese impulso extra en cada paso, al saltar y en los cambios de dirección.

El talón, por otro lado, es más tranquilito, con un rebote bajo del 56,4 % y a la par con la media de la categoría. El Air strobel en la parte de atrás de las zapatillas se centra más en la comodidad y en la amortiguación que en la explosividad.

Aunque vienen cargadas de tecnologías de amortiguación, las Nike KD 18 han conseguido mantenerlas todas dentro de una altura de la suela moderada.

Nuestro calibre marcó 26,7 mm cuando medimos la altura de la suela en el talón, un resultado un poco por debajo de la media de la categoría.

La altura de la suela en el antepié también es moderada y cercana a la media, con 21,9 mm.

Los jugadores experimentados probablemente sientan que las KD 18 mantienen el pie adecuadamente estable y cerca del suelo, cosa que le deben a su drop de solo 4,8 mm. Con esta diferencia de altura, el talón está más bajo y casi al mismo nivel que el antepié.

La verdad es que nos gustó mucho este diseño, ya que ayudó a equilibrar la amortiguación y la sensación dinámica de las KD 18, así que se sintieron más estables y controladas.

Nike no especifica qué versión de la espuma Cushlon utiliza en las KD 18, pero sospechamos que es la misma mezcla de la que presumen sus predecesoras.

No solo por los resultados parecidos en amortiguación y retorno de energía, sino también porque la suavidad de la mediasuela resultó ser casi idéntica en ambos modelos: 23,1 HA en las KD 17 y 24,5 HA en las KD 18.

Ambos compuestos hicieron que las mediasuelas fuesen cómodas, pero no excesivamente blandas. De hecho, cuando las analizamos con nuestro durómetro, marcó 24,5 HA, así que entran dentro del rango estándar-blando (o equilibrado) de amortiguación entre las zapatillas de baloncesto según nuestros estándares.

Al igual que su versión anterior, las Nike KD 18 tienen un ajuste bastante ceñido para ser unas zapatillas de anchura media.

Nuestro molde de gel confirmó que, como dirían nuestros pies si pudieran hablar, se acercan mucho al extremo más estrecho del espectro del ajuste.

Con 91,7 mm en la parte más ancha del antepié, son un poco más estrechas que la mayoría de las zapatillas de baloncesto que hemos analizado en la misma talla (una 9 estadounidense de hombre) y con la misma anchura (D estándar).

Por suerte, el nuevo upper de malla de las KD 18 ayudó a que el ajuste en la parte fuera un poco más holgado.

En lugar de los 65,3 mm anteriores, nuestro calibre marcó 68,1 mm de ancho en la zona del dedo gordo, haciendo que las KD 18 sean un poco más espaciosas (se parecen más a unas zapatillas de baloncesto estándar).

Las KD 18 presumen de mucho más espacio vertical, ya que este nuevo upper hizo que aumentase casi 5 mm. Nuestro calibre marcó un generoso resultado de 28,2 mm.

Son muy buenas noticias para los jugadores con problemas en las uñas de los pies o deformidades en los dedos.

Aunque parece que el diseño de la suela exterior de las KD 18 es exactamente igual al de las KD 17, creemos que la mezcla de caucho de este nuevo modelo ha tenido algún retoque que otro.

Cuando simulamos una parada en seco con el antepié pie sobre una pista profesional de madera, nuestra máquina registró un coeficiente de fricción altísimo de 0,89. Y no solo es que sea más alto que la media de la categoría, ¡sino que también supera al de las KD 17 (0,74)!

Este agarre es ideal para los cortes rápidos, sprints, entradas e incluso para cuando subes el balón y tienes que superar a tu defensor.

Las KD 18 tienen el mismo dibujo que sus predecesoras en la suela exterior. Descubrimos que estas líneas onduladas son igual de efectivas tanto en canchas de madera interiores como en pistas de asfalto al aire libre.

Aunque las KD 18 tienen un cambrillón de plástico en el antepié, su flexibilidad sigue siendo estupenda.

Así que no les costó nada adaptarse a la flexión natural de nuestros pies, y no hay refuerzos rígidos en el upper que lo impidan.

Nuestra prueba de rigidez confirmó estas observaciones con un resultado estándar de 20,1 N, que es una cantidad de fuerza normal para doblar unas zapatillas de baloncesto 30 grados.

La verdad es que nos esperábamos que los retoques de diseño de Nike hiciesen que las KD 18 fuesen más ligeras, pero..., ¿por qué ahora pesan más?

Que sí, que sí, que cuando pesamos tanto este modelo como el anterior en la misma talla (una 9 estadounidense de hombre) y en la misma báscula, esta marcó 390 g con las KD 17 y 422 g con las KD 18. Y resulta que esta última versión ahora pesa hasta más que la media.

La actualización más evidente en las KD 18 es, claramente, el upper de malla con un diseño de celdas más abierto. En la página oficial de este producto, Nike dice que les hizo agujeros por todo el upper a estas zapatillas para aumentar su transpirabilidad.

Sin embargo, cuando le dimos caña a las dos KD con nuestra máquina de humo, no vimos mucha diferencia ni en la velocidad ni en la cantidad de humo que atravesó su parte delantera.

Eso sí, no hay duda de que el material de las KD 18 es más finito y translúcido.

Pero después de observar ambos materiales más de cerca utilizando nuestro microscopio, no diríamos que los agujeritos de ventilación de las KD 18 son mucho más abiertos. La diferencia en transpirabilidad no es tan grande con respecto a las KD 17.

Las dos zapatillas se llevaron un 4/5 en transpirabilidad, así que son ideales para jugar en verano o para las canchas cubiertas con poca ventilación.

La estructura de TPU y cuero sintético que te abraza los pies parece un poquito más discreta en las KD 18, pero descubrimos que es igual de eficaz en cuanto a sujeción lateral y a sujeción del mediopié que la versión anterior.

Además de que la base de estas zapatillas mantiene su sólido soporte y estabilidad gracias a un cambrillón de plástico que tienen por dentro y a que la línea de arriba de la mediasuela es más alta en la cara externa.

Incluso con este upper rediseñado, las KD 18 siguen teniendo una rigidez torsional tan alta como antes.

Nos costó bastante retorcerlas en nuestra prueba manual, así que se llevaron un 4/5 en nuestra prueba de rigidez.

Esto hace que las KD 18, en la medida de lo posible, te ayuden a prevenir las torceduras de tobillo en los cortes rápidos, los cambios de ritmo u otros movimientos laterales intensos, haciendo que cada paso sea más firme y seguro.

Un contrafuerte resistente en el talón mejora incluso más la rigidez estructural de estas zapatillas.

Después de nuestra prueba manual, en la que no conseguimos moverlo casi nada, decidimos darle un 4/5 en rigidez.

Pero no solo es que sea rígido, ¡sino que también está muy bien acolchado! La espuma envuelve el talón y el tobillo dándote un abrazo de oso del que no te puedes librar.

El diseño de la suela exterior de las KD 18 no ha cambiado nada, y su extensión en el antepié sigue siendo igual que antes, con 116 mm en la parte más ancha del antepié.

Esta anchura en el antepié es estándar para unas zapatillas de baloncesto, y ofrece una buena superficie de apoyo para que te puedas mover rápido tanto si estás atacando como si estás defendiendo.

Por otro lado, el talón no es particularmente ancho. Nuestro calibre marcó 86,7 mm cuando medimos su parte más ancha, así que está a la par con las KD anteriores.

La malla de las KD 18 no nos daba muchas vibras de armadura, pero nos acabamos llevando una grata sorpresa en nuestra prueba de durabilidad.

Cuando terminó nuestra prueba con el Dremel, descubrimos que el material solo tenía un par de rasguños en la capa más superficial, y ni siquiera le hicimos un agujero visible. Por eso decidimos darles un 3/5 a estas Nike en durabilidad de la parte delantera.

Es una compensación justa entre transpirabilidad y resistencia al desgaste, la verdad.

Nike también acertó con el forro interior de este modelo, ya que nuestro Dremel no le hizo ni cosquillas. Vamos, que le dimos un 5/5 en durabilidad del acolchado del talón.

El caucho de la suela exterior también nos demostró que es un hueso duro de roer. Después de darle caña durante 18 segundos a una velocidad de 10 000 RPM, los daños fueron de solo 1,2 mm de profundidad, que es un nivel de desgaste normal para unas zapatillas de baloncesto según la media de nuestro laboratorio.

El grosor de la suela exterior de estas zapatillas también está a la par con la media, ya que es de 4,0 mm.

En general, el grosor y la solidez de la suela de caucho de las KD 18, junto con su prometedor dibujo, nos convencieron para recomendarles estas Nike a los deportistas que quieran jugar al aire libre.

La plantilla original de las KD 18 es bastante básica y tiene un grosor estándar de 3,9 mm en el talón.

La puedes quitar fácilmente y cambiarla por otra si lo necesitas. El amplio espacio interior de este modelo y la generosa altura de su parte delantera te dejan hacerlo sin problema.

También puedes sacar la plantilla para echarle un vistazo a la tecnología Air Strobel de estas zapatillas si sientes curiosidad.

Cuando cortamos el upper de las KD 18 y analizamos un cacho, descubrimos que está bien acolchado, pero sin pasarse.

La lengüeta tiene un grosor estándar de 8,2 mm, parecido a la media de su categoría.

La lengüeta completamente unida al upper, trabajando codo con codo con su estructura externa para ofrecerte una sujeción muy segura del mediopié.

Parece que todos los modelos que ha ido sacando Nike cuestan un poquito más, pero la verdad es que tampoco es algo que nos preocupe. A ver, teniendo en cuenta que las KD 18 solo tienen un par de retoques sencillos si las comparamos con la versión anterior (básicamente en el upper), que el aumento de precio fuese mayor no estaría justificado.

Las KD 18 son bastante fáciles de poner y quitar, incluso cuando no tienen un tirador.

Aunque conseguimos disfrutar de un ajuste firme y seguro en estas KD, nos preocupa la durabilidad de sus cordones, que son muy finitos y parecen un poco frágiles, la verdad.